El mandatario estadounidense señaló a periodistas en la cumbre de la OTAN que no tiene un interés particular en reiniciar negociaciones con Irán, pues insistió en que los ataques perpetrados por Estados Unidos el fin de semana destruyeron su programa nuclear.
El control de reservas de gas y petróleo en el cercano oriente, como energéticos y por múltiples derivados del oro negro útiles para amplias esferas industriales; debilitar económica, militar y políticamente a países de esa región que tienen acuerdos y específicos con China y Rusia y con el conjunto de los países BRICS+; desestabilizar la región para evitar el paso de la “nueva ruta de la seda” en la zona, con su dinámica de inversión de capital y comercio hacia Europa y África; y reposicionar imperialmente a Estados Unidos en la geopolítica.
Señaló que si la paz no llega pronto, perseguirán otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad: “la mayoría de ellos pueden ser eliminados en cuestión de minutos”, indicó desde la Casa Blanca dos horas después de anunciar la ejecución de ataques que tuvieron como objetivo el programa de enriquecimiento nuclear de Irán.
En esta foto publicada por el sitio web oficial de la oficina del líder supremo iraní, el máximo líder religioso de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, habla con un grupo de personas y funcionarios en Teherán, Irán.
Asimismo Israel bombardeó “dos sitios de producción de centrifugadoras” en la instalación iraní de Isfahán, en el centro del país, en la “segunda ola de ataques” contra ese lugar desde que empezó la guerra, indicó una fuente militar, que pidió el anonimato.
Los residentes de Teherán huían de sus hogares en masa, y el organismo de control nuclear de la ONU, por primera vez, afirmó que los ataques israelíes en la principal instalación de enriquecimiento de Irán en Natanz también habían dañado su sección subterránea y no sólo el área de superficie, como se había reconocido anteriormente.
Un hombre mira llamas alzándose de una instalación de almacenamiento de crudo después de que pareciera haber sido alcanzada por un ataque israelí en Teherán, Irán, el domingo 15 de junio de 2025.
El programa nuclear de Irán ha avanzado rápidamente desde 2018, cuando Estados Unidos se retiró del acuerdo con las potencias internacionales para limitar la capacidad de Teherán de enriquecer uranio
Miembros de las fuerzas de seguridad de Israel inspeccionan edificios residenciales destruidos por un misil lanzado por Irán, en Ramat Gan, cerca de Tel Aviv, Israel, el 14 de junio de 2025.
La propuesta, que no estipula el fin definitivo de la guerra en la Franja, incluye la liberación de diez rehenes vivos y 18 muertos en dos tandas, a cambio de un alto el fuego de 60 días.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer que le pidió al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que no ataque a Irán, como una medida para darle más tiempo a su administración para impulsar un nuevo acuerdo nuclear con Teherán.
El enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff, y Michael Anton, director de planificación de políticas del Departamento de Estado, representaron a Estados Unidos en las conversaciones en la embajada de Omán en Roma.
Irán afirmó el lunes que aún no ha decidido si participará en la próxima ronda de negociaciones nucleares con Estados Unidos ante sus “contradicciones” y “cambios de postura”, en una aparente referencia a la insistencia de Washington en que Teherán abandone el enriquecimiento de uranio.
En casi todos los actos a los que asistió en la región, Trump insistió en que no se puede permitir que Irán obtenga una bomba nuclear, algo que según las agencias de inteligencia estadounidenses Teherán no estaría buscando activamente, aunque su programa está a punto de poder desarrollar armamento.
El llamado de Trump a que Irán cese su apoyo a Hamás en Gaza, a Hezbollah en Líbano y a los hutíes en Yemen se da luego de que su red de grupos aliados enfrentó derrotas en los últimos 19 meses a raíz de que Hamás lanzó un ataque contra Israel en octubre de 2023.