La concurrencia centro y sudamericana es masiva, atronadora, receptiva, entregada, fanática y paga con gotas de sangre, sudor y lágrimas por cada boleto. Los gringos, en cambio, sólo asisten porque están aburridos y tienen los medios. Los iberoamericanos acudimos porque sencillamente amamos al buenazo del tío Paul
- 23 abr 25 12:58
- 23 abr 25 12:44
- LO ÚLTIMO