Los mexicanos, en lugar de tratar de entender por qué y cómo llegamos hasta donde estamos hoy, preferimos ignorar las causas y circunstancias para apostar todo por una radicalización de posturas, análisis, diagnósticos e ideas extremas que no hacen más que ampliar la brecha entre unos y otros
Reconocer que los carriles de las ideas en los que hemos estado circulando por años no tienen raya continua, nos debería indicar que no pasa nada si cambiamos de carril de vez en cuando