El escritor nicaragüense y ganador del Premio Cervantes, Sergio Ramírez, aceptó como “una posibilidad real” no regresar a su país debido a que no considera que el régimen de Daniel Ortega vaya a caer pronto.
El escritor y político de 75 años volvió a trazar un puente directo entre el autor del Quijote (1547-1616) y Rubén Darío (1867-1916) como refundador de la lengua de 500 millones de hablantes.
En un acto en la sede de la institución, Sergio Ramírez cumplió con la tradición iniciada en 2007 con la que los premiados dejan un legado en la Caja de las Letras.
Narrador a través de imágenes gracias al cine que vio de niño, el nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, conversa en colombia sobre la estructura narrativa
La novela policíaca “Ya nadie llora por mí”, publicada hace un mes por Alfaguara, se presentó la noche del jueves ante casi 500 poetas, escritores, políticos, catedráticos y jóvenes que colmaron el Aula Magna de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
"Es una felicidad para la región, que debe de sentirse orgullosa de Sergio porque tiene una trayectoria bien importante y ha demostrado, a lo largo de su vida, una solidez como escritor", manifestó la también presidenta de la Fundación Claribel Alegría.
Sergio Ramírez figuraba entre los favoritos de esta edición del Premio Cervantes, que según una regla no escrita debía premiar a un autor latinoamericano. El año pasado, el galardón fue para el catalán Eduardo Mendoza.
Durante muchos años, Ramírez compaginó su pasión por la literatura con su activismo político. Así, en 1977 encabezó el "Grupo de los Doce" en apoyo al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
En este material de 308 páginas, editado en la colección “Hotel de las Letras”, de Océano, Ramírez transporta al lector a su natal Nicaragua al tiempo que lo regocija con su autobiografía intelectual.
Tres años de intenso trabajo de investigación fueron necesarios para dar forma a la obra que a lo largo de 358 páginas ilustradas con fotografías, afiches de la época y centenares de recetas, muestra una faceta de Darío de la que ningún otro escritor se había ocupado.
"Más allá de (poemas como) 'A Margarita Debayle' o 'Los motivos del lobo', no se conoce ni la poesía de Darío, ni al Darío cronista, ni al Darío narrador", señala Ramírez