¿Cómo afectan y engañan las drogas a nuestro cerebro?
El artículo “Así “hackean” las drogas nuestro cerebro”, publicado en The Conversation nos da una clara idea de cómo las drogas alteran y engañan algunas funciones de nuestro cerebro
De a cuerdo con los autores de este artículo, Aitor Sánchez Hernández, Ppersonal vinculado a la investigación en el Área de Psicobiología, Universitat Jaume I, Marta Miquel Salgado-Araujo, catedrática de Psicobiología. Investigadora principal del Grupo Addiction & Neuroplasticity, Universitat Jaume I y Patricia Ibáñez Marín, estudiante de doctorado en el Área de Psicobiología, Universitat Jaume I; la drogadicción, es “capaz de dominar nuestra voluntad”, siendo uno de los “grandes problemas de salud a los que nos enfrentamos”.
Los autores hacen referencia al último informe realizado por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, en el que se indica, según el artículo, que entre “los consumidores de cocaína que inician tratamiento, aproximadamente el 50 % lo había hecho previamente, lo que revela la elevada tasa de recaída en su consumo”.
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Tanto Sánchez Hernández, como Salgado-Araujo e Ibáñez Marín, apuntan a que “todas estas personas tienen algo en común; están enfermas porque su cerebro ha sido engañado, o hackeado, por las drogas”.
En el caso de México, según una publicación en el portal gob.mx, dada a conocer el pasado 30 de julio, de acuerdo con una encuesta en línea en relación con el uso de cannabis y derivados que fue aplicada a 13 mil 470 personas de entre 12 a 75 años, “mostró que 28.3 por ciento, es decir, tres mil 769, la consumió alguna vez en la vida; de ellas, una de cada cinco dijo usarla en la actualidad y, una de cada cuatro ha intentado dejarla”.
¿CÓMO AFECTA EL CONSUMO DE DROGAS A NUESTROS MECANISMOS DE MEMORIA?
Los autores del artículo, señalan que si bien nuestro cerebro tiene sus propios mecanismos naturales para “aprender y memorizar lo que necesita para sobrevivir. Busca, reconoce y almacena recompensas y cualquier pista relacionada que nos ayude a encontrarlas. En esta tarea, debe poner en funcionamiento no solo el aprendizaje y la memoria, sino también las emociones”.
Gracias a esta capacidad, continúan los autores, es que tenemos la capacidad de poder recordar eventos del pasado o del presente, por ejemplo, “en qué supermercado venden el chocolate que nos gusta”.
Sánchez Hernández, Salgado-Araujo e Ibáñez Marín, indican que las drogas se apropian de estos engranajes, que son conocidos como mecanismos de neuroplasticidad, no solo alterándolos, además los estropean. Este hackeo, aseguran los autores, se reflejan en cambios cerebrales que pueden ser “más o menos duraderos”.
ESTAS MODIFICACIONES SE PUEDEN NOTAR DESDE LA PRIMERA VEZ QUE SE PRUEBA UNA DROGA
Estos cambios en nuestro cerebro, señalan los autores, inician desde la primera vez que una persona prueba alguna droga, incrementándose “durante los periodos en los que deja de tomarse”. Siendo así, que “la persona adicta no puede olvidar ni el contexto en el que consumía (lugar, gente, situaciones...) ni la sensación desagradable al parar de hacerlo. Por eso es tan habitual que recaiga”.
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Sánchez Hernández, Salgado-Araujo e Ibáñez Marín, dicen que uno de los mecanismos que auxilian a sostener “la estabilidad de la memoria, incluida la hackeada por las drogas, es el desarrollo de las llamadas redes perineuronales (PNN)”; mismas que sirven como un muro que envuelve a algunas de nuestras neuronas, con lo que se logra evitar que se “pierdan conexiones” ya estaban formadas y “favoreciendo la estabilidad de los circuitos cerebrales al dificultar la formación de conexiones nuevas”. Las PNN están ubicadas en varias regiones de nuestro cerebro, y “algunas de ellas integran el conocido como “circuito de la adicción””. “De dicho circuito forman parte la corteza prefrontal, el estriado, la amígdala, el hipocampo, el área tegmental ventral y el cerebelo. Precisamente, nuestro grupo de investigación en la UJI lleva más de una década recogiendo pruebas de la importancia del cerebelo en la drogadicción”, detallan los autores.
ASÍ ES COMO ALTERAN LAS DROGAS A LAS PNN
Los autores hacen referencia que se descubrió en un estudio realizado en ratas elaborado por la Universidad Estatal de Washington que el consumo voluntario de cocaína hace que las PNN sean más “robustas en el hipotálamo”.
Así también, otra investigación llevada a cabo por la Universidad Libre de Ámsterdam, señalan los autores en su artículo, demostró “que tomar heroína reduce la expresión de algunos componentes de las PNN en la corteza prefrontal, tras tres semanas de abstinencia”.
Con información The Conversation.