El virus responsable del covid-19 ya está muy extendido en la vida silvestre
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El coronavirus que es responsable del covid-19 ya está ya muy extendido en la vida silvestre, comprobaron un equipo de investigadores estadounidenses, demostrando que las mutaciones coinciden con las variantes que circulaban entre humanos, respaldando la tesis de una transmisión de humano a animal
VIRGINIA- Científicos de varios centros estadounidenses, entre ellos el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech) lograron detectar el virus en cinco especies de animales salvajes, con tasas de exposición que fluctúan entre el 40 y el 60 por ciento; se describe en el articulo “Widespread exposure to SARS-CoV-2 in wildlife communities” publicado en la revista Nature Communications.
En un artículo publicado por Virginia Tech, titulado “The virus that causes COVID-19 is widespread in wildlife, Virginia Tech scientists find” escrito por Matt Chittum, indica que el estudio “determinó que el rastreo genético en animales salvajes confirmó tanto la presencia del SARS-CoV-2 como la existencia de mutaciones virales únicas con linajes que coincidían estrechamente con las variantes que circulaban entre los humanos en ese momento, lo que respalda aún más la transmisión de humano a animal”.
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Así mismo, la “mayor exposición al SARS CoV-2” se descubrió en animales se encontraban “cerca de senderos para caminatas y áreas públicas de alto tráfico”, con lo que se infiere “que el virus pasó de humanos a la vida silvestre”, de acuerdo con los científicos del Instituto de Investigación Biomédica Fralin en VTC, el Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de Virginia Tech y el Instituto de Ciencias de la Vida Fralin, precisa Chittum.
NUEVAS MUTUACIONES DEL SARS-COV-2 EN LA FAUNA SILVESTRE
Estos hallazgo, prosigue Chittum, preponderan la identificación de nuevas mutaciones del SARS-CoV-2 en la fauna silvestre por lo que es necesario lleva acabo “una vigilancia amplia”.
“Estas mutaciones podrían ser más dañinas y transmisibles, lo que crearía desafíos para el desarrollo de vacunas”, afirma Chittum.
Los científicos acentúan, no obstante, que no se halló evidencia de que “el virus se transmita de animales a humanos”, por lo que “las personas no deben temer las interacciones típicas con la vida silvestre”.
23 ESPECIES DE ANIMALES
Para llevar acabo su estudio, los investigadores analizaron 23 especies de animales de 23 que son comunes comunes en el estado de Virginia, con el propósito tanto de conseguir detectar infecciones activas así como poder detectar anticuerpos que les indicaran infecciones previas, encontrando indicios del virus en ratones, venado, zarigüeyas, mapaches, marmotas, conejos de cola blanca del este y murciélagos rojos del este.
El virus que fue aislado de una zarigüeya reveló que además de mutaciones virales que no se habían dado a conocer anteriormente y que son potencialmente capaces afectar la forma en que el virus afecta a los humanos y su respuesta inmune.
Carla Finkielstein, quien es investigadora y profesora de ciencias biológicas en Virginia Tech y una de los autores principales del estudio explicó que “el objetivo del virus es propagarse para sobrevivir. El virus pretende infectar a más humanos, pero las vacunas protegen a muchos humanos; entonces recurre a los animales, adaptándose y mutando para prosperar en los nuevos huéspedes”.
Anteriormente, precisa Chittum, las infecciones por SARS-CoV-2 habían sido identificadas en la fauna silvestre, esencialmente en los ciervos de cola blanca y los visones salvajes.
Los resultados del estudio de Virginia Tech extienden de forma significativa el número de especies examinadas, así como el entendimiento de la transmisión del virus “a la fauna silvestre y entre ellas”.
Siendo así, que los datos insinúan que la exposición al virus “ha sido generalizada en la fauna silvestre y que las áreas con alta actividad humana pueden servir como puntos de contacto para la transmisión entre especies”, detalla Chittum.
En este sentido, Joseph Hoyt, quien es profesor asistente de ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias de Virginia Tech y co autor de esta nueva investigación explica que “este estudio fue realmente motivado por ver una brecha grande e importante en nuestro conocimiento sobre la transmisión del SARS-CoV-2 en una comunidad de vida silvestre más amplia”, y prosigue diciendo que “muchos estudios hasta la fecha se han centrado en los ciervos de cola blanca, mientras que lo que está sucediendo en gran parte de la vida silvestre común de nuestro patio trasero sigue siendo desconocido”.
El equipo de científicos recolectaron 798 muestras nasales y orales de animales que fueron atrapados vivos en el campo y después puestos en libertad, o que estaban siendo atendidos en centros de rehabilitación de vida silvestre en Virginia.
Además obtuvieron 126 muestras de sangre de seis especies.
Las ubicaciones en donde fueron recogidas las muestras fueron elegidas para con la intensión de realizar un comparativo de la presencia del virus en animales con distintos niveles de actividad humana, “desde áreas urbanas hasta áreas silvestres remotas”.
Los investigadores no están seguros en cuanto a “los medios de transmisión de los humanos a los animales”. Existe una posibilidad, esta es las aguas residuales, sin embargo, los científicos de Virginia Tech consideran que “los recipientes de basura y los alimentos desechados son fuentes más probables”.
“Creo que la gran moraleja es que el virus es bastante ubicuo”, comentó Amanda Goldberg, ex asociada postdoctoral en el laboratorio de Hoyt, y quien es la primera autora del estudio. “Encontramos positivos en una gran variedad de animales domésticos comunes”, añadió.
“Si bien este estudio se centró en el estado de Virginia, muchas de las especies que dieron positivo son animales silvestres comunes que se encuentran en los jardines de toda América del Norte. Es probable que también estén expuestos a ellos en otras áreas, y se necesita con urgencia una vigilancia en una región más amplia”, dijo Hoyt.
Por su parte, Finkielstein indicó que “al virus le es indiferente si su huésped camina sobre dos o cuatro patas. Su objetivo principal es la supervivencia. Las mutaciones que no le confieren una ventaja de supervivencia o replicación al virus no persistirán y eventualmente desaparecerán”.
“Entendimos la importancia crítica de secuenciar el genoma del virus que infecta a esas especies. Fue una tarea monumental que solo podía ser realizada por un grupo talentoso de biólogos moleculares, bioinformáticos y modeladores en una instalación de vanguardia. Estoy orgulloso de mi equipo y mis colaboradores, su profesionalismo y todo lo que contribuyeron para asegurar nuestro éxito”, añadió Finkielstein.
ES IMPORTANTE AMPLIAR LA VIGILANCIA
De acuerdo con los investigadores es importante que la vigilancia de estas mutaciones continúe y no sea descartada, y reiteran en que es fundamental profundizar sobre el conocimiento en cómo es que se transmite el virus de los humanos a la vida silvestre y a su vez, cómo podría propagarse dentro de una especie y tal vez de una especie a otra.
“Este estudio destaca el rango potencialmente grande de huéspedes que el SARS-CoV-2 puede tener en la naturaleza y realmente cuán extendido podría estar”, afirma Hoyt y prosigue explicando que aún “hay mucho trabajo por hacer para entender qué especies de vida silvestre, si las hay, serán importantes en el mantenimiento a largo plazo del SARS-CoV-2 en humanos”.
El estudio concluye que el SARS CoV-2 no es solamente un problema humano y por lo que es necesario un equipo multidisciplinario para investigar su impacto en diversas especies y ecosistemas de una manera efectiva.
“Pero lo que ya hemos aprendido”, asevera Finkielstein, y concluye diciendo que “es que el SARS CoV-2 no es solo un problema humano y que se necesita un gran equipo multidisciplinario para abordar su impacto en varias especies y ecosistemas de manera efectiva”.
Con información de la Agencia EFE y Virginia Tech.