Birdboxing: La nueva tendencia dentro de las relaciones tóxicas

En la actualidad, las relaciones sanas parecen ser una especie en peligro de extinción. Las redes sociales y las apps de citas, si bien facilitan el contacto con otras personas, también han creado un caldo de cultivo para comportamientos dañinos en las parejas. Uno de los más comunes, y del que poco se habla, es el birdboxing.

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El término “birdboxing” proviene de la película homónima protagonizada por Sandra Bullock, y se refiere a la actitud de ignorar deliberadamente las señales de alarma en una relación tóxica. Al igual que los personajes de la película que se vendaban los ojos para evitar ver a las criaturas monstruosas, las personas que practican birdboxing en sus relaciones se niegan a ver los problemas por miedo a afrontarlos o por la falsa esperanza de que las cosas mejoren por sí solas.

¿Cómo identificar el birdboxing en una relación?

Existen algunas señales que pueden indicar que estás practicando birdboxing en tu relación:

1. Ignoras las conductas desconsideradas o dañinas de tu pareja. Haces caso omiso a sus comentarios hirientes, sus faltas de respeto o sus acciones egoístas.

2. Te niegas a ver los problemas de la relación. Minimizas los conflictos, te inventas excusas para el mal comportamiento de tu pareja y te convences de que todo está bien cuando no es así.

3. Te aferras a la esperanza de que las cosas cambien, incluso cuando no hay pruebas que lo respalden. Te ilusionas con promesas vacías o crees que tu pareja puede cambiar si solo se lo propones.

4. Evitas hablar de los problemas con tu pareja o con tus seres queridos. Te da miedo confrontar la realidad y prefieres mantener las apariencias.

5. Te sientes culpable por querer poner fin a la relación. Crees que no mereces algo mejor o que estás siendo egoísta al querer salir de una situación tóxica.

¿Por qué practicamos birdboxing?

Las razones por las que una persona puede practicar birdboxing en su relación son diversas y complejas. Algunas de las más comunes incluyen:

- Baja autoestima: Creer que no mereces ser amado o que no eres lo suficientemente bueno para tener una relación sana.

- Miedo a la soledad: Tener un gran temor a estar solo y preferir estar en una relación tóxica que estar soltero.

- Codependencia: Necesitar de la aprobación y el afecto de tu pareja para sentirte bien contigo mismo.

- Falta de límites claros: No saber poner límites en la relación y permitir que tu pareja te controle o te manipule.

- Creencias distorsionadas sobre el amor: Creer que el amor verdadero implica aguantar todo tipo de sufrimiento o que las relaciones siempre son difíciles.

¿Cómo salir del birdboxing y de una relación tóxica?

Salir del birdboxing y de una relación tóxica no es fácil, pero es posible. Lo más importante es tomar conciencia de la situación y reconocer que estás en una relación que te está haciendo daño. Una vez que hayas dado este primer paso, puedes empezar a:

Establecer límites claros: Decidir qué estás dispuesto a tolerar y qué no en la relación y comunicárselo a tu pareja de forma clara y firme.

Aumentar tu autoestima: Trabajar en mejorar tu imagen personal y aprender a quererte y respetarte a ti mismo.

Buscar apoyo: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta sobre lo que estás pasando.

Poner fin a la relación: Si tu pareja no está dispuesta a cambiar o si la relación sigue siendo tóxica a pesar de tus esfuerzos, lo mejor es ponerle fin.

Recuerda que mereces estar en una relación sana y feliz. No te conformes con menos. Si te encuentras en una relación tóxica y necesitas ayuda, no dudes en buscar apoyo profesional.