¿Cómo curar un empacho?

La cena mexicana es una verdadera delicia y es una de las fechas más esperadas del año por la gran cantidad de platillos que se pueden preparar y disfrutar con los seres queridos, el problema comienza cuando se “comió de más” y ahora estamos batallando con el malestar de estómago, para que nada arruine tus fiestas patrias te decimos cómo puedes curar un empacho.

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Primero debemos entender que un empacho o dispepsia es una indigestión provocada por una ingesta excesiva de comida, esto quiere decir que se comió más de lo que el estómago puede digerir con facilidad, aunque no es la única causa, también es posible empacharse por:

- Comer muy rápido

- Ingerir alimentos muy grasos

- Comer en movimiento

- Comer mientras se fuma al mismo tiempo

- Consumir alimentos con exceso de alcohol, café o muy picante

- Alimentarse cuando se enfrenta una crisis de ansiedad o estrés.

Los síntomas de un empacho dependen de la persona, pero entre los más comunes son náuseas, vómito, diarrea, dolor de estómago, acidez, flatulencias, lengua seca y blanquecina; cansancio, dolor de cabeza, sudoración y malestar en general.

¿Cómo curar un empacho?

Lo primero que debes hacer es dejar de comer por un par de horas, esto es para que tu estómago concluya con la digestión y descanse un poco del exceso de comida.

En caso de presentar acidez estomacal, se puede tomar un antiácido que ayude a contrarrestar los síntomas

Guardar reposo y beber líquidos poco a poco, es importante que sean bebidas libres de gas, preferentemente puede ser agua natural, agua de limón, té de manzanilla o una infusión de anís, estas dos últimas bebidas son ideales para “asentar” el estómago.

Existen otros remedios caseros como un masaje en la espala, ingerir aceite de oliva, manteca de puerco, aceite de ricino, tequesquite o bicarbonato. Así como consumir medicamentos de venta libre como la sal de uvas, el subsalicilato de bismuto y la magnesia; recuerda no automedicarse y siempre acudir con un médico.

Finalmente, recuerda que el empacho se puede prevenir evitando las frituras, alimentos muy picos y/o grasos, esperando un tiempo antes de acostarse, comer porciones moderadas, bebiendo agua y masticando lento. En caso de que el malestar sea persistente o intolerable, es importante acudir con un especialista en la salud para su oportuno diagnóstico y tratamiento.