El saltillense que fue el segundo presidente más joven de México
Ateneísta, revolucionario y amigo de Francisco I. Madero. ¿Qué llevó a Roque González a ocupar la presidencia durante 145 días?
De lejos, Roque Victoriano González Garza es solo uno más de los militares, políticos y revolucionarios mexicanos que nos ha dejado la historia.
De cerca, es un saltillense nacido en la céntrica calle Guadalupe Victoria, estudiante del Ateneo Fuente e íntimo amigo de Francisco I. Madero.
Con 29 años, Roque se convirtió en el 45º presidente de México, en el segundo más joven en el cargo y en el único saltillense que lo ha sido hasta ahora.
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Quien mantiene hasta ahora el título como el presidente mexicano más joven, es el capitalino Miguel Miramón. Cuando tomó el cargo en 1860 tenía 27 años.
Sobre Roque, nació en la casa de sus padres Agustín González y Prisciliana Garza. Tuvo un hermano nueve años mayor que él, Federico González Garza.
Estudió en la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente. Aunque no lo hizo en el edificio que conocemos actualmente, ese se inauguró hasta 1933.
Antes de cumplir 20 años, forjó una estrecha amistad con Francisco I. Madero. Por eso no sorprende que Roque fuera opositor de Porfirio Díaz.
El saltillense había estudiado una carrera comercial. Pero no importó, a los 23 años comenzó su vida militar en la víspera de la Revolución Mexicana.
Roque acompañó a Madero en su campaña presidencial en 1910. Pasaron por Saltillo. Hay registros de que el parrense dio un discurso en el Hotel Coahuila.
Bueno, hasta estuvieron juntos en una cárcel de San Luis Potosí, cuando los arrestaron durante su gira proselitista en Monterrey.
Cuando por fin Madero estuvo en la presidencia (1911-1913), Roque, su hombre de confianza, fue un destacado miembro de su Estado Mayor.
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Luego, ya sabemos lo que cuenta la historia. Victoriano Huerta mandó asesinar a Madero cuando este tenía cumplidos 15 meses en el cargo.
Tras la muerte del coahuilense y con la Revolución en su clímax, comenzó el desfile de personajes por la presidencia mexicana:
Pedro Lascuráin, Victoriano Huerta, Francisco Carvajal, Eulalio Gutiérrez... y finalmente fue el turno de Roque González Garza.
Cuando Eulalio Gutiérrez salió de manera intempestiva de la capital del país, la Convención Revolucionaria nombró a Roque presidente.
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Lo fue del 16 de enero de 1915 al 10 de junio de ese año. Solo 145 días, tiempo en el que no hubo mucho qué hacer en un país con conflicto armado.
Después de él tomó el puesto Francisco Lagos Cházaro. Hasta 1917, cuando Venustiano Carranza llegó al puesto nacional.
Cuando eso ocurrió, Roque tuvo que exiliarse en Estados Unidos ante la inestabilidad del país en la culminación de la Revolución.
Cuando asesinaron a Carranza en 1920, Roque regresó. Volvió a ocupar algunos cargos políticos y escribió sobre su experiencia revolucionaria.
Su relación con Saltillo se esfumó de a poco desde la juventud. Con su interés pleno en lo militar y político, se sabe que fueron pocas las veces que volvió a casa.
Sobreviviente al campo de batalla, pero no a los destinos naturales de la vida, Roque murió a consecuencia de un paro cardíaco el 12 de noviembre de 1962.
Lo sepultaron a los 77 años y con honores de un general de división. Desde entonces está en el Panteón Francés, en la Ciudad de México, donde falleció.
*Con información de Arturo Berrueto González, Javier Villarreal, Universidad Panamericana y Congreso del Estado de Coahuila.
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