Alimentos siguen subiendo más que inflación
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Si bien la inflación se ha moderado, esto no representa una caída de los precios, sino un alza a menor velocidad
Ciudad de México.- En junio, la inflación general registró su nivel más bajo en casi dos años, pero a pesar de ello, el impulso alcista en los precios de algunos alimentos no ha disminuido.
Algunos productos de la canasta básica registraron aumentos de precio de dos dígitos, como el maíz y el frijol, que aumentaron 10,48 y 13,05% en junio, respectivamente, a tasas anualizadas.
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Lo mismo ocurre con los pimientos envasados, un básico en la canasta, que crece 13,14% interanual, según datos del Inegi.
Tortillas, pan, leche, huevos, atún y sardinas también superaron la tasa de inflación. Sin embargo, los precios de las proteínas aumentaron un 2%, una tasa más lenta que la inflación general.
Por ejemplo, en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, en junio de 2022, el precio del kilogramo de pechuga con hueso era de 82 pesos, pero en el mismo mes de este año subió a casi 98 pesos, según cifras del Inegi.
En enero pasado, el kg de arroz tuvo una tasa de inflación de 2,44% en junio, inferior a la tasa anual de 5,15% de enero del año pasado.
Sin embargo, el mes pasado un kilo de arroz marca Verde Valle llegó a estar en la Ciudad de México entre 39.5 y 42 pesos, cuando en enero la misma presentación valía 36.5 pesos.
Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, recordó que si bien la inflación se ha moderado, esto no representa una caída de los precios, sino un alza a menor velocidad.
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La desaceleración de la inflación responde a la baja en los precios de los alimentos a nivel global, sobre todo en granos, así como al incremento de las tasas del Banco de México, dijo el especialista.
“Desde el año pasado se veía una reducción de precios de los alimentos, pero no era igual para todos. Por ejemplo, los cereales, sobre todo trigo y maíz, no disminuían mucho y en nuestro País estos productos tienen un mayor impacto sobre la inflación, sobre todo el maíz”, explicó el especialista.
Si bien los precios de los alimentos, en especial los de la canasta básica, muestran un crecimiento más débil que hace un año, será a mediano plazo cuando se reflejen los efectos sobre la dieta de la población, así como el impacto sobre los salarios, los cuales aumentaron, pero cada vez se asigna más a la compra de comida.
“Fundamentalmente, lo que ocurre es que hay problemas relacionados con la alimentación, esto puede significar desde que hay grupos que no tienen una dieta apropiada porque resulta muy cara y tenga que sustituir alimentos de cierta calidad o que los avances que se tienen en el mercado de trabajo rápidamente se erosionan”, puntualizó.
Con información de Reforma