Impacta tendencia de usar el celular sin funda al mercado de accesorios y reparaciones
El auge de una práctica impulsada en redes sociales comienza a reflejarse en el mercado; en un sector que mueve miles de millones de dólares a nivel global
CDMX.- El uso de teléfonos móviles sin funda ni protección, una tendencia popularizada entre jóvenes a través de redes sociales como TikTok e Instagram, comienza a tener implicaciones económicas visibles en el mercado de accesorios, los servicios de reparación y las decisiones de consumo vinculadas a dispositivos electrónicos.
De acuerdo con estimaciones de firmas especializadas, el mercado global de accesorios para teléfonos móviles alcanzó un valor cercano a los 90 mil millones de dólares en 2024 y se prevé que supere los 160 mil millones de dólares hacia 2034, impulsado por la alta penetración de smartphones y el consumo recurrente de productos complementarios.
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Dentro de este sector, el mercado específico de fundas protectoras para celulares representa uno de los segmentos más relevantes, con un valor estimado de entre 25 mil y 30 mil millones de dólares a nivel global, y proyecciones de crecimiento sostenido durante la próxima década. Tradicionalmente, más de 80% de los usuarios adquiere algún tipo de protección para su dispositivo.
No obstante, la creciente preferencia por utilizar el teléfono “al natural”, motivada por razones estéticas, ergonómicas o aspiracionales, podría desacelerar el consumo de fundas entre usuarios jóvenes, particularmente en dispositivos de gama media y alta, donde el diseño original del equipo es parte central del valor percibido.
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Especialistas advierten que el ahorro inicial que implica no adquirir una funda —cuyo costo puede ir de unos cientos a pocos miles de pesos— contrasta con los elevados gastos de reparación en caso de daños. El reemplazo de una pantalla, por ejemplo, puede oscilar entre 3 mil y más de 10 mil pesos, dependiendo del modelo y la marca del dispositivo.
Este cambio en el comportamiento del consumidor también impacta a los servicios técnicos y talleres de reparación, que podrían registrar una mayor demanda por daños en pantallas, cámaras y carcasas, aunque con costos que no siempre resultan accesibles para todos los usuarios, lo que puede traducirse en endeudamiento o en el uso prolongado de equipos dañados.
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Para los fabricantes de smartphones, la tendencia representa un reto adicional, al incrementar la presión por ofrecer dispositivos más resistentes a caídas y golpes, mientras que las aseguradoras de equipos móviles han comenzado a posicionar pólizas contra daños accidentales como una alternativa ante la disminución del uso de protección física.
Analistas consideran que, más allá de una moda pasajera, la práctica refleja una transformación en la relación entre diseño, consumo y riesgo financiero, en la que los jóvenes priorizan la experiencia estética aun cuando ello implique asumir costos potencialmente más altos.
En este contexto, el uso del celular sin funda no sólo es una elección personal, sino un fenómeno con efectos económicos en una cadena de valor que abarca fabricantes, comercios de accesorios, talleres de reparación y servicios de aseguramiento. Con información de Agencias