Donald Trump: ¿un peligro para la industria mexicana?

Uno de los señalamientos que más se ha reiterado en las últimas semanas es el que plantea la posibilidad de que un eventual triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en noviembre próximo, podría afectar seriamente la relación comercial de nuestro país con el vecino del norte, particularmente en lo que hace a la industria automotriz.

El señalamiento tiene como fundamento los señalamientos explícitos que el propio candidato republicano ha realizado en diferentes actos de campaña en los cuales ha sugerido que China está utilizando a nuestro país como “trampolín” para inundar el mercado estadounidense con autos que se benefician de las reglas del T-MEC.

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Adicionalmente, Trump declaró esta semana que, de ganar la Presidencia impondría aranceles del 100 al 200 por ciento a los autos fabricados en México, lo cual implicaría que no se pudieran exportar más autos mexicanos hacia los Estados Unidos.

Diversos especialistas han señalado al respecto que, aún cuando Trump ganara la elección de noviembre próximo e intentara cumplir su amenaza, las reglas del tratado trilateral que tienen suscrito México, Estados Unidos y Canadá lo impedirían y que, en todo caso, se trata de un pronunciamiento con el cual busca ganar votos.

Sin embargo, hay quienes plantean que las amenazas del neoyorkino deben tomarse en serio y consideran que su posible retorno a la Casa Blanca constituye una amenaza real para el sector automotriz mexicano.

Entre las voces que se suscriben a esta posibilidad se encuentra la de Alberto Bustamante, director de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (ANAPSA) quien ayer dijo en Saltillo que las elecciones presidenciales en el vecino país constituyen un “foco rojo” para dicha industria.

“Quien más ha crecido a beneficio del TLCAN (hoy T-MEC) ha sido México por eso es tan importante las elecciones en Estados Unidos, nos podemos poner en aprietos si el ex presidente Donald Trump llega a las elecciones”, señaló el ejecutivo quien considera que, cuando menos, el republicano podría convertir a la revisión del T-MEC -programada para 2026- en una “renegociación”.

Por ello, el director de ANAPSA considera que lo más conveniente para la región es un triunfo de la demócrata Kamala Harris, pues con ella la revisión del Tratado “solo sería palomear y mejorar, es decir, lo que se hizo bien lo palomeamos y lo que se hizo mal lo mejoramos, pero nada más”.

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Habrá que esperar, desde luego, a conocer el resultado de la voluntad que los electores estadounidenses expresen en las urnas para saber si los nubarrones que algunos ven en el horizonte se transforman en tormenta.

De aquí a entonces, sin embargo, valdrá la pena que el futuro Gobierno de la República, que encabezará Claudia Sheinbaum, desarrolle planes de contingencia que permitan hacer frente a un eventual retorno de Donald Trump al gobierno estadounidense.