Saltillo: ¿por qué tenemos más autos que casas?

Decir que nuestra ciudad se transforma cada vez más en un lugar para los autos y menos para las personas constituye casi un lugar común. Pero es necesario reiterarlo para fomentar la reacción colectiva en relación a una realidad que resulta dañina para todos.

No se trata simplemente de recitar cifras que pueden sonar escandalosas, sino de llamar la atención respecto del significado profundo de tales números: estamos hablando de la posibilidad de mejorar la calidad de vida de quienes habitamos este espacio común.

Lo que hemos hecho hasta ahora es exactamente lo contrario: avanzar hacia la consolidación de una realidad que obliga al abandono de hábitos y prácticas que implicaron, para las generaciones anteriores a la actual, condiciones de vida distintas a las que hoy tienen nuestros hijos.

En este sentido sirve mucho poner atención en indicadores puntuales que retratan esta realidad de manera clara. Uno de esos indicadores es la relación entre el número de casas habitación y de automóviles que hay en nuestra ciudad: 1.46 autos por cada vivienda.

A primera vista el número podría decir poco y solo cobra relevancia cuando se le compara contra el pasado. Por ejemplo, contra el hecho de que hace apenas 12 años, esa proporción era de 1.2 coches por cada vivienda. Un crecimiento del 21 por ciento.

TE PUEDE INTERESAR: Saltillo motorizado ¿Cómo planear una ciudad con menos autos?

O tal vez sirva más verlo desde otra perspectiva: en el año 2010 en Saltillo había unos 38 mil vehículos más que casas construidas; hoy esa diferencia ha crecido a 118 mil unidades. Es cierto: la ciudad es más grande y tiene más habitantes, pero mientras en el lapso señalado se construyeron 64 mil 236 casas adicionales, los saltillenses adquirimos 144 mil 137 coches más.

A estos datos es necesario agregar un par de apuntes: no todas las viviendas que existen en la capital de Coahuila se encuentran habitadas y no todas las familias que habitan una vivienda poseen un vehículo automotor.

La conclusión no es solamente lógica, sino obligada: hemos avanzado hacia la consolidación de un modelo en el que tener auto resulta casi obligatorio y eso se debe, en gran medida, a que se postergado la idea de construir un sistema de transporte público eficiente y digno.

Pastor López Atilano, presidente del Consejo Ciudadano de Convivencia y Movilidad Sustentable, plantea la situación de manera puntual: “No tenemos autobuses dignos y eficientes. Ese es el gran problema de Saltillo, y la gente sigue comprando carros para resolver su problema de movilidad. Esto tiene que ver con conexión de rutas, ampliar horarios y una cantidad de autobuses alta, designar carriles exclusivos para el transporte para que sea puntual”.

TE PUEDE INTERESAR: La aventura de cruzar Saltillo en transporte público de sur a norte

En algún momento de nuestra historia, conviene recordar, las viviendas fueron más que los coches. Y aunque las circunstancias son distintas hoy, sin duda que la proporción entre unas y otros es un indicador que debemos mantener a la vista para empujar las soluciones que requerimos -cada vez con mayor urgencia- para dejar de avanzar en la dirección equivocada.