¿Funciona el ayuno intermitente? Estudio revela que no se asoció con pérdida de peso
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Durante seis meses, los participantes de distintos pesos registraron la cantidad y el momento de su comida, así como fueron comparados con su peso en los últimos seis años
Entre las últimas tendencias para perder peso, el ayuno intermitente ha tomado camino entre las dietas para prevenir distintas enfermedades, entre ellas diabetes, y bajar algunos kilos; sin embargo, un estudio publicado en la revista Journal of the American Heart Association revela que la cantidad de comida ingerida probablemente importa más que el horario de alimentación.
¿CÓMO SE REALIZÓ EL ESTUDIO?
Durante seis meses, investigadores de la Universidad Johns Hopkins pidieron a 547 personas que registraran el tamaño de sus comidas, así como el momento (la hora) en que comían, esto en una aplicación móvil. Sin embargo, los científicos también observaron cuánto pesaban los participantes en el transcurso de seis años, es decir, cinco años y medio antes de comenzar a registrar sus comidas, basados en sus registros de salud.
Las comidas registradas fueron separadas en tres categorías de tamaño: comida pequeña con menos de 500 calorías, medianas con una carga calórica de 500 a 1000 calorías y comidas grandes que superaban las mil calorías de ingesta.
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En su mayoría, los resultados mostraron que los participantes que ingirieron comidas grandes y medianas, durante los seis años, aumentaron de peso; mientras quienes consumían comidas más pequeñas perdieron peso. Consistente en la regla de que comer menos calorías contribuye a la pérdida de peso.
Sin embargo, los científicos no encontraron vínculo entre el cambio de peso y la práctica de limitar la ingesta de alimentos en un período de tiempo específico, ayuno intermitente. Así como tampoco se mostró cambios en el peso y el momento en que se ingirió la primera comida después de despertarse o la última comida antes de acostarse.
“Este estudio muestra que cambiar el horario de las comidas no evitará el aumento lento de peso durante muchos años y que probablemente la estrategia más eficaz sea controlar realmente cuánto come y comer menos comidas grandes y más pequeñas”, mencionó la doctora Wendy Bennett, autora del estudio y profesora asociada de Johns Hopkins Medicine, en el texto.
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En este se incluyó personas con distintos pesos, y los cambios observados fueron pequeños en general, ya que quienes comieron una comida diaria adicional vieron menos de 1 libra (453 gramos) de aumento a su peso adicional por año, en relación con las personas que no comieron esa comida adicional.
En el paper también se proporciona evidencia de que restringir el tamaño de las comidas puede ser efectivo para perder peso, incluso después de ajustar el peso inicial de las personas. Aunado a que una persona promedio gana de 1 a 2 libras por año (453 a 907 gramos), que puede equivaler un aumento de peso significativo con el tiempo; por lo que comer menos comidas grandes y más comidas pequeñas podría “prevenir ese lento aumento de peso”.
En promedio, los participantes comieron durante 11 horas y media, así como consumieron la primera comida dos horas después de despertarse y la última alrededor de cuatro horas antes de acostarse.