Comida prehispánica mexicana sobrevive en los tiempos modernos
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En México existen muchas personas que buscar preservar los platillos de sus ancestros indígenas, que competen con la pizza, la hamburguesa y las bebidas gaseosas.
Mirian Arista Ortega, una cocinera de 37 años, está entre los mexicanos que dan la palea por conservar sus tradiciones, así como lo hicieron su madre, abuela y bisabuela.
En este sentido, Arista Ortega ha pasado toda su vida entre los fogones preparando exquisitos moles y quesadillas elaborados con productos ancestrales como el quelite, que es una hoja tierna comestible, o el huitlacoche, que es un hongo que se consigue en las mazorcas de maíz.
Arista Ortega junto con medio centenar de cocineros, restauranteros y pequeños comerciantes participaron en una feria de alimentos prehispánicos organizada por la alcaldía del municipio de Iztapalapa que tiene como objetivo promover los platos tradicionales de México que cada día van perdiendo terreno frente a los alimentos de los tiempos modernos, reconoció la alcaldesa Clara Brugada.
“Esto forma parte de una estrategia de recuperación de todas las tradiciones de nuestros pueblos originarios”, explicó Brugada.
Este creciente incremento del consumo de los alimentos procesados y bebidas gaseosas entre los mexicanos ha llamado la atención de las autoridades, incluido a Andrés Manuel López Obrador, que ha utilizado sus mañaneras para prevenir a la población sobre los riesgos que representa para la salud este tipo de alimentos.
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“No hubo alimentación adecuada, no hubo ejercicio y aumentó la obesidad en niños y jóvenes”, explicó en julio del año pasado AMLO al defender la acción que hizo el futbolista portugués Cristiano Ronaldo, quien durante una conferencia de prensa prefirió agua en lugar de una Coca-Cola.
Mientras tanto, Arista Ortega, zambullida entre el fascinante aroma a tortillas de maíz y el bullicio de cientos de personas aglomeradas en una explanada de Iztapalapa, usa sus manos con una agilidad envidiable una masa de maíz azul para luego cocinarla sobre un comal o plancha de metal y preparar una quesadilla rellena de quelites, nopales y huitlacoche.
“Los frijolitos, el huitlacoche, los quelites, tienen muchas vitaminas que ahora los alimentos ya procesados no tienen”, expresó la cocinera. “porque ahora es más fácil hacer una sopa Maruchan (fideos instantáneos) o correr a la esquina a comprase una hamburguesa”, añadió.
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Por otra parte, Gustavo Guerrero que desde hace treinta años administra el restaurante Ayluardo’s en Iztapalapa, es otro de las personas que defiende la comida tradicional mexicana.
En tanto, Guerrero cuenta entre sus platos emblemáticos las tortitas de “ahuautle”, palabra que proviene del náhuatl, que significa amaranto de agua.
El ahuautle, que es considerado como el “caviar mexicano”, es un huevo de mosco que se cultiva en la zona del Lago de Texcoco, ubicado en el noroeste del valle de México, así como en otras regiones de México.
Según los historiadores, el ahuautle se empezó a consumir durante la época prehispánica y era uno de los platos favoritos de Moctezuma.
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Por último Guerrero, de 61 años, precisó que si bien el “caviar mexicano” se cultiva cuatro meses al año durante la temporada de lluvias que inicia en el mes julio, siempre trata de tener en su menú las tortitas de ahuautle para “preservar nuestras tradiciones”.
Con información de la Agencia The Associated Press.
