Hígado graso en aumento: la guía definitiva para reducirlo desde casa con cambios simples y efectivos

Vida
/ 21 noviembre 2025

El hígado es un órgano capaz de recuperarse.

El hígado graso se ha convertido en una de las alertas de salud más frecuentes de los últimos años. Cada vez más personas reciben este diagnóstico, especialmente adultos jóvenes, una tendencia que refleja el impacto del estilo de vida moderno.

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Esta condición, conocida como enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) cuando no está relacionada con el consumo de alcohol, suele avanzar de manera silenciosa si no se atiende a tiempo. La buena noticia: existen estrategias naturales que ayudan a revertirla desde casa y mejorar la salud general.

$!Cada vez más personas reciben este diagnóstico, especialmente adultos jóvenes.

El peso y la alimentación: el punto de partida más poderoso

La base del tratamiento está en el manejo del peso corporal. Los especialistas señalan que perder entre el 7% y el 10% del peso total puede reducir significativamente la grasa hepática y la inflamación. Pero más importante que comer menos es comer mejor.

Uno de los patrones más recomendados es la dieta mediterránea, respaldada por múltiples estudios y perfecta para quienes buscan resultados reales sin restricciones extremas. Este esquema prioriza grasas saludables como aceite de oliva extra virgen, nueces y pescados grasos; proteínas magras como pollo, pescado y legumbres; además de una amplia variedad de frutas, verduras y granos integrales. Es un enfoque flexible y sostenible, ideal para mejorar la función hepática a largo plazo.

A la par, es clave reducir los azúcares añadidos (refrescos, productos de pastelería industrial, jugos procesados) y limitar los carbohidratos refinados como pan blanco o pastas tradicionales. También conviene evitar grasas trans y ultraprocesados, ya que favorecen la acumulación de grasa en el hígado.

Movimiento y hábitos que marcan la diferencia

El ejercicio físico es otro pilar esencial. Incluso sin grandes cambios de peso, la actividad regular disminuye la grasa hepática y mejora la sensibilidad a la insulina. La combinación más efectiva reúne ejercicio aeróbico (caminar rápido, nadar, andar en bici) y entrenamiento de fuerza con pesas o peso corporal. El objetivo recomendado: 150 minutos semanales de actividad moderada.

El consumo moderado de café, preferentemente sin azúcar, también aparece con posibles efectos protectores en algunos estudios. En cambio, el alcohol debe revisarse con seriedad: en el hígado graso alcohólico, la abstinencia es la única vía; en la EHGNA, reducirlo o evitarlo ayuda a prevenir daño adicional.

$!Adoptar mejores hábitos alimentarios, mover el cuerpo con regularidad y revisar el consumo de alcohol.

Suplementos: útiles con supervisión profesional

Entre los suplementos más mencionados se encuentran la vitamina E y el cardo mariano (silimarina). Aunque se los asocia con beneficios hepáticos, la evidencia es variada y depende de cada paciente. Por ello, autoprescribirse no es recomendable: algunos suplementos pueden interactuar con medicamentos o no ser adecuados para todas las personas.

Adoptar mejores hábitos alimentarios, mover el cuerpo con regularidad y revisar el consumo de alcohol son pasos accesibles que pueden marcar un cambio profundo. El hígado es un órgano capaz de recuperarse, y darle las condiciones adecuadas es la mejor inversión en salud que puedes hacer desde casa.

Editora de Estilo de Vida. Apasionada creadora de contenido digital y su posicionamiento a través de SEO.

Con más de 5 años de experiencia haciendo comunicación en temas de política, finanzas personales, economía y estilo de vida.


Egresada de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM.

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