La escuela de Saltillo que fue cementerio y hospital

En casi dos siglos de historia, estos terrenos han sido panteón para enterrar norteamericanos, un Hospital Civil y un aula de educación primaria

Coahuila
/ 20 octubre 2022
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Este no es un rumor. En la ciudad sí existe una escuela que cumple con la típica historia que se cuenta entre estudiantes: “aquí antes era un cementerio”.

La Escuela Coahuila es distinta a otras. Para darse cuenta solo hay que ver su fachada, y de ahí, empezar a escarbar en su pasado. Aunque si de escarbar hablamos, llegaremos literalmente hasta los huesos.

En el cruce de las calles Mariano Matamoros y Juan Antonio De La Fuente, en la Zona Centro, se encuentran unos terrenos que en 1847 fueron utilizados como cementerio.

Entre el 25 de abril de 1846 y el 2 de febrero de 1848, fue común que soldados norteamericanos murieran en Saltillo a causa de la intervención estadounidense en México.

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Recordemos que esta guerra se desató por las pretensiones de Estados Unidos de expandirse al territorio mexicano.

Pero los uniformados no perdían la vida solo a causa de enfrentamientos en el campo de batalla, sino también por enfermedades como la tifoidea.

Durante esa época, los militares invasores que no fueran católicos no podían ser sepultados en el camposanto de la ciudad. Por eso, se decidió habilitar un espacio exclusivo para ellos.

Se desconoce cuántas osamentas pudieron haber sido inhumadas ahí. El sitio fue deshabilitado como panteón décadas más tarde de concluido el conflicto bélico.

Como ocurrió con otros cementerios de la ciudad, los restos fueron llevados a un nuevo panteón municipal, ubicado en el sector poniente. Nos referimos al vigente Panteón Santiago, inaugurado en 1899.

Después de ser zona de descanso para muertos, los céntricos terrenos fueron destinados a ser Hospital Civil.

Ocurrió a inicios del siglo XX, y lo podemos encontrar en el plano trazado en 1902. Frente a él había una plaza que llevaba por nombre: Plaza de Cárdenas, que ocupaba un tercio del espacio que actualmente abarca la Plaza Coahuila, aperturada en 2016.

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Cuando comenzó la edificación de la Escuela Coahuila, en 1930, se asignó una superficie de 10 mil 666 metros cuadrados.

El diseño de la obra arquitectónica, como ya dijimos, destaca por ciertas peculiaridades.

$!Fachada principal de la Escuela Coahuila.

Como su forma casi cuadrangular, el patio y sus escaleras al centro, sus dos plantas y la puerta de herrería con estilo Art Decó. Todo eso, diseño del ingeniero saltillense Zeferino Domínguez Villarreal.

Y aunque no es el fin platicar sobre Zeferino, para dimensionar su influencia en la arquitectura local, debemos mencionar que él también participó en la construcción de otros inmuebles representativos de la ciudad como la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente, Instituto Tecnológico de Saltillo y la Biblioteca de la Alameda.

$!La Escuela Coahuila tiene una historia de casi un siglo.

Sobre la edificación de la Escuela Coahuila, la construcción fue liderada por Blas Cortinas, con quien Zeferino trabajó muy de cerca a lo largo de su carrera.

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$!Vista panorámica de la escuela que edificaron Zeferino Domínguez y Blas Cortinas.

Finalmente la Escuela Coahuila inició sus actividades educativas en 1931, cumpliéndose ya 91 años desde entonces. En 1988 el edificio fue restaurado y hasta hoy recibe en sus aulas a cientos de alumnos del nivel primaria.

Sobre la frase: “aquí antes era un cementerio”, esta suele acompañarse de relatos, muchas veces paranormales o espeluznates: “en los baños se aparece un niño” o “yo he visto a una señora con vestido negro en los pasillos”.

No hay evidencia que compruebe que en la Escuela Coahuila ocurran cosas como esas, pero tampoco hay pruebas que lo descarten.

Lo cierto es que ex alumnos y ex docentes, han contado ciertas anécdotas que dejan ver que las paredes de la Escuela Coahuila, con todos sus años de existencia, tienen más historias por contar que las que hasta ahora sabemos.

Pero eso lo narraremos en otra edición de Historias de Saltillo.

*Con información de Pablo Cuéllar, Carlos Recio y Archivo Municipal de Saltillo.

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