¿Qué pasaría si Barbie y Ken vivieran en Coahuila? Sería la tierra de Ken
Para proyectar la película más taquillera en el año, los cines de Saltillo y Coahuila replicaron el entorno rosa que en todo el país acompañó la exhibición de un filme que, en resumen, no va tan acorde con lo delicado del tono por su ácida crítica a la realidad que enfrentan las mujeres.
Aunque en diversos medios los protagonistas adelantaron que la comedia tocaría temas de desigualdad, brecha de género y haría una crítica al patriarcado, muchas de las personas que acudieron a las salas no sabían lo que les esperaba.
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“Barbie” se desarrolla en “Barbieland”, la utopía que viven todas las Barbies del mundo, entre las que está la “Barbie Estereotípica”; la muñeca original que empezará a experimentar una serie de “defectos” que la alejan de la perfección que encarna.
Como en las utopías todo funciona bien, los pensamientos trascendentales sobre la muerte y la celulitis no prosperan, así que Barbie decide salir al mundo real a encontrar respuestas a su “fallo de funcionamiento” y con ella se fuga su novio “Ken”.
Es en este mundo nuevo donde descubre que contrario al suyo, donde los “Ken” son solo personajes en modo playa y cuya existencia gira alrededor de una Barbie, ya sea doctora, modelo, maestra a lo que sea; ahora son los que gobiernan.
En la película, el personaje de “Ken”, interpretado por Ryan Gosling, descubre que fuera de “Barbieland”, los hombres tienen la mayoría de los poderes económicos, sociales y políticos en sus manos, y es así que decide emprender una lucha por replicar este mundo en el de Barbie, para llamarlo “KenLand”.
¿YA ES UNA REALIDAD?
A decir verdad, en la vida real, “KenLand” habita en gran parte de México, y al igual que como pasó con la euforia por la película, Coahuila tampoco se puede salvar, según los datos duros.
En la película dirigida por Greta Gerwig, una de las escenas más incómodas para Barbie, es cuando sus casas son despojadas para convertirse en las “Mojo Dojo Casa House”, donde Ken figura como el jefe y sus reglas son las que moldean los rincones de la vivienda.
En Coahuila, los hombres son más considerados por sus familias como “un jefe” dentro del hogar que las mujeres, pese a que estas dedican más tiempo a las labores del hogar, además de traer también a la par remuneraciones económicas generadas a partir de un empleo.
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La realidad en el Estado muestra que 71 por ciento de los hogares tienen una jefatura masculina y apenas un 29 por ciento femenina. En la capital del Estado hay una ligera diferencia, ya que el índice para mujeres es de 28.7.
Esta estadística se aleja de la media nacional, donde en 33 de cada 100 hogares la jefatura del hogar está dirigida por una mujer.
Si bien existe una brecha salarial permanente entre hombres y mujeres, existen otros datos que hablan de un ingreso completo que tampoco es equitativo, en el que se considera, además del ingreso laboral, otro tipo de ingresos que evidencían que aún y cuando las mujeres busquen otros métodos para ingresar remuneraciones al hogar, el hombre sigue captando la mayor parte.
CIFRAS Y REALIDADES
Esto se puede observar claramente en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares, donde se muestra que en Coahuila, el monto de ingreso trimestral monetario de un hombre promedio asciende a 36 mil 311 pesos, mientras que el de las mujeres llega a 23 mil 018 pesos; por lo que la mujer recibe un ingreso 36 por ciento más bajo que el hombre.
Las discrepancias en ingresos entre hombres y mujeres de Coahuila son similares en todos los grupos de edad, aunque es más fuerte en el rango arriba de los 60 años. Ahí las mujeres perciben 18 mil 822 pesos trimestrales, mientras que los hombres llegan hasta los 35 mil 347; casi un 50 por ciento más.
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Esta realidad evidencia otro de los datos perjudiciales para las mujeres, quienes ante la situación acceden al campo de la informalidad laboral, donde no tienen prestaciones ni otros derechos laborales; situación que padece un 30.9 por ciento de hombres de la Población Económicamente Activa, y 37.5 mujeres.
Y CÓMO LAS TRATA LA LEY
En el panorama de la justicia y la seguridad, la película Barbie registra diversas escenas donde las mujeres son utilizadas como un elemento subordinado por el hombre, como un elemento sexualizado y acosado en las calles una vez que KenLand ya es una realidad.
Este dato también aplica en la vida real y es revelado por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, donde se indica que al menos en Saltillo, mientras apenas el 13 por ciento de los hombres han dicho padecer acoso, esta realidad es vivida por el 22.4 por ciento de las mujeres hasta junio de este año.
