Elección judicial: una exigua participación

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La inmensa mayoría de los electores mexicanos envió ayer, con su ausencia, un mensaje claro al poder: la elección de ministros, magistrados y jueces no es un tema que le interese
De acuerdo con la presidenta del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, la participación ciudadana en la elección judicial extraordinaria, realizada ayer domingo, se ubicará entre el 12.57 y el 13.32 por ciento, lo cual representa alrededor de 13 millones de votos.
Pese a ello, la presidenta Claudia Sheinbaum, en un breve mensaje a la nación, calificó anoche esta jornada como “todo un éxito” y ponderó positivamente el hecho de que, por primera ocasión en la historia moderna del país, haya sido la ciudadanía quien definió a quienes ocuparán los cargos relevantes del Poder Judicial, tanto a nivel federal como en las entidades del país.
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La mandataria insistió también en la premisa que ha planteado de forma reiterada en los últimos meses, en relación con el señalamiento de que este proceso implica que el Poder Judicial se subordine al Ejecutivo. Si esa hubiera sido la pretensión, reiteró, se habría empujado más bien una reforma a la Constitución para colocar jueces a modo.
Con independencia de que los resultados finales confirmen o no los pronósticos que se han vertido, en relación con los perfiles que se consideran cercanos al partido en el poder, y a los cuales se habría beneficiado con un proceso de “acarreo”, la bajísima participación de la ciudadanía en el ejercicio constituye el primer dato duro que merece análisis.
Porque con la cifra revelada anoche, y a pesar de que al INE no se le entregó todo el presupuesto que pidió para organizar estos comicios, los de ayer apuntan para ser los votos más caros de la historia: más de 500 pesos cada uno, contra los 200 que costó el sufragio en la elección federal de 2024.
Por otro lado, resulta obligado comparar con ejercicios similares, como el caso de la revocación de mandato convocada en 2022, a la cual acudieron, de acuerdo con las cifras finales de los cómputos, poco más de 16 millones y medio de electores, es decir, tres millones más que la cifra preliminar calculada para la jornada comicial de ayer.
Sin duda, la bajísima participación de este domingo da la razón a los detractores de la iniciativa quienes señalaron, de forma reiterada, que era falso el argumento de que la ciudadanía mandató que los jueces y magistrados del país fueran electos por voto popular, y que hicieron tal cuando otorgaron el triunfo a Morena en los comicios de 2024.
Muy difícil resulta argumentar en contra, pues cuando la ciudadanía siente que su voto es importante acude a las urnas incluso si las autoridades no realizan una promoción suficiente para alentar la participación o se despliegan campañas ciudadanas para inhibirla.
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No hace falta realizar análisis complejos para tener claro que, en esta ocasión, la inmensa mayoría de la ciudadanía, y eso incluye a la mayor parte de quienes votaron por Morena hace apenas un año, no sintió suyo este proceso y, en consecuencia, no consideró relevante participar.
La voz de esta inmensa mayoría ausente debería ser escuchada y tomada en cuenta para evaluar la pertinencia de sostener en el futuro este tipo de ejercicios.