‘El cine venció a la vejez y a la muerte’: Carlos Fuentes

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/ 14 mayo 2022

Hace una década falleció el escritor mexicano, cuya gran pasión por el séptimo arte lo llevó a sumergirse en la oscuridad de las salas de cine, pero también en escribir guiones para los más destacados directores mexicanos

Hace diez años murió Carlos Fuentes, uno de los referentes indiscutibles de la literatura latinoamericana. Célebre por títulos como “La región más transparente”, “Aura” y “Terra Nostra”, el mexicano tuvo otra pasión además de la literatura: el cine. Y si bien las letras le pagaron mejor que el séptimo arte, el narrador participó en varios filmes como guionista. Un trabajo que tal vez hoy, con el boom de los productos audiovisuales y las plataformas de streaming, habría desempeñado con mayor frecuencia.

El novelista quedó flechado con las historias de la pantalla grande cuando era un niño. Según relata Carlos Enrique Orozco, en su artículo “La película de Carlos Fuentes” publicado por el Iteso, Fuentes acudió por primera vez al cine cuando tenía entre tres y cuatro años gracias a que su nana lituana, Teclunes Tankanaite, lo “llevó a escondidas a ver una película de Greta Garbo en Montevideo”.

Durante toda su vida Fuentes fue un asiduo visitante de cinetecas y cineclubes, a los que acudía un promedio de cuatro veces por semana. Esto hasta que, gracias a la tecnología, pudo disfrutar de las películas en su propia casa. Tal y como lo relata en su libro “En esto creo” (Era, 2002), una suerte de ensayo autobiográfico en el que además aparece uno de sus cineastas de cabecera, Luis Buñuel, con quien trató de adaptar “Bajo el volcán” de Malcom Lowry, tarea que abandonaron por imposible.

$!“Viridiana”, película de Luis Buñuel protagonizada por Silvia Pinal.

Orozco también cita los largometrajes predilectos del escritor: “La edad de oro” y “Viridiana” del español Luis Buñuel, “Citizen Kane” y “Touch of Evil” de Orson Welles, “Greed” de Von Stroheim, “Steamboat Bill Jr” de Buster Keaton, “Monkey Business” de los Hermanos Marx, “Scarface” de Howard Hawks, “El halcón maltés” del célebre John Houston y “Gritos y susurros” del sueco Ingmar Bergman.

Otro libro que recoge la experiencia de Fuentes con el cine es “Pantallas de plata” (Alfaguara, 2014), en que el autor señala a su padre, Rafael Fuentes, como su primer guía en el mundo cinematográfico. De hecho, el novelista relata que estuvo a punto de nacer en una sala de cine, durante una función de la película “La bohème”, basada en la ópera de Giacomo Puccini, a la que asistieron sus padres.

$!Ignacio López Tarso es el protagonista del filme “El gallo de oro” .

Guionista y adaptador

Durante las décadas de los sesentas y setentas Fuentes escribió los guiones de varias películas, una época también prolífica para el cine de autor en México. Su primer trabajo fue “El Gallo de Oro”, gracias a la invitación del productor Manuel Barbachano Ponce. Estrenado en 1964, el largometraje está basado en un texto de Juan Rulfo –célebre autor de “Pedro Páramo” y “El Llano en llamas”- con dirección de Roberto Gavaldón. La trama cuenta la historia de Dionisio Pinzón (Ignacio López Tarso) un gallero cuya ave se vuelve la mejor de la región, por lo que deberá enfrentar las envidias de otro competidor que es muy rico, Lorenzo Benavides (Narciso Busquets). En el reparto también aparece Lucha Villa, como la dama a conquistar.

También de 1964 es el cortometraje dirigido por José Luis Ibáñez, “Las dos Elenas”, que se basó en un cuento homónimo del propio Fuentes y que el mismo novelista adaptó. Ibáñez también llevó al cine otra historia del escritor, “Las cautivas”. Entre los dos armaron el guion de la cinta que se estrenó en 1973 y que cuenta con Fanny Cano, Julissa, Jorge Rivero y Óscar Chávez en el reparto.

$!En 2016 el Festival de Cannes restauró la película “Tiempo de morir” de Arturo Ripstein.

Los guiones continuaron en 1965 con “Un alma Pura” y, un año después, con la ópera prima de Arturo Ripstein titulada “Tiempo de morir”. Con tan sólo 21 años, el cineasta hizo su debut con un western en blanco y negro basado en el cuento “El charro” de Gabriel García Márquez quien, junto con Fuentes, realizó la adaptación. Además, la película fue protagonizada por Marga López, Jorge Martínez de Hoyos, Enrique Rocha, Alfredo Leal y Blanca Sánchez. En 2016 el Festival de Cine de Cannes restauró en HD “Tiempo de Morir” para celebrar los 50 años del filme y la trayectoria de Ripstein.

También hay que destacar que Fuentes aceptó el reto de hacer el guion de la novela “Pedro Páramo”, para la película de 1967 dirigida por el novel cineasta Carlos Velo y protagonizada por Ignacio López Tarso. Y si bien en la adaptación participaron Velo y Manuel Barbachano Ponce, al escritor le tocó aceptar las malas críticas que recibió este filme, calificado de fallido por el propio director y por López Tarso.

$!Carlos Fuentes trabajó con Felipe Cazals en “Aquellos años”.

El ganador del Premio Cervantes todavía siguió trabajando en la industria fílmica con “Aquellos años” (1973) de Felipe Cazals y Mario Llorca. Un filme de época sobre Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo, descrito por Leonardo García Tsao, en el Diario La Jornada, como una “ambiciosa superproducción que no pudo superar la rigidez inherente al cine histórico, pero la habilidad formal de Cazals está siempre en evidencia”.

Después llegó el turno de colaborar con Paul Leduc. Basada en su novela “La cabeza de la hidra”, Fuentes realizó, junto con Héctor Aguilar Camín y el propio Leduc, la adaptación para el filme de 1981 que se tituló “Complot petróleo: La cabeza de la hidra”. Mención aparte merece el libro “Gringo viejo”, que llegó a Hollywood en 1989 de la mano del director Luis Puenzo y las actuaciones de Jane Fonda y Gregory Peck, aunque el mexicano no participó en la producción de Columbia Pictures.

$!María Félix en “Enamorada”.

Y qué mejor forma de recordar a Carlos Fuentes, en su décimo aniversario luctuoso, que rememorando su pasión por las buenas historias que desafían a la muerte, tal y como lo refiere en su libro “En esto creo”.

“Este ha sido el milagro mayor del cine: ha vencido a la muerte. El rostro de la Garbo en la escena final de ‘La reina Cristina’, el de Louise Brooks y su perfil con peinado de ala de cuervo en ‘Pandora’, el de Marlene entre las gasas y filtros barrocos de ‘El expreso de Shangai’ y ‘La emperatriz escarlata’, el de María Félix soñando despierta mientras oye una serenata en ‘Enamorada’, el de Dolores del Río’ viendo su propia muerte en la de Pedro Armendáriz en ‘Flor silvestre’, el de Marilyn descendiendo escaleras diamantinas o resistiendo el vapor veraniego de Nueva York entre sus muslos blancos y su falda blanca en ‘La comezón del séptimo año’. Ellas son la realidad final y absoluta del cine: ninguna de ellas ha envejecido, ninguna de ellas ha muerto, el cine las volvió eternas, el cine venció a la vejez y a la muerte”.

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