El Sarape de Saltillo se reinventa como pieza de arte moderno y de diseño de moda
Prenda emblemática de Saltillo, el sarape se ha ido transformando, ahora podemos ver sus diseños en objetos de la vida cotidiana, incluso obras de arte moderno se han plasmado en esta prenda de origen mestizo
Con la llegada de los españoles, los ibéricos trajeron al nuevo continente una multitud de costumbres, ideologías y objetos, también “exportaron” desde el país europeo alimentos y animales, estos últimos modificaron la alimentación de los indígenas para siempre, así como su manera de vestir. Ya no solo se podía portar ropa de algodón, sino de lana de ovejas, y aunque los nativos tardaron en acostumbrarse a las “nuevas” prendas, poco a poco hubo un mestizaje en la vestimenta de ambas culturas.
El sarape se formó inspirado en la capa valenciana de origen español y la tilma prehispánica, esta última era una prenda rectangular sin aberturas, ya que, los nativos no contaban con utensilios de costura como las tijeras, y sus prendas solían ser piezas completas. Así, inicia la historia del sarape, pieza esencialmente mestiza que combinó las técnicas del tejido de los indígenas, con la materia prima (lana) que trajeron los españoles, creando una prenda emblemática de México y Saltillo.
A pesar de que el sarape no tuvo su origen en la capital coahuilense, sino en el centro del país, los tlaxcaltecas fueron los encargados de traer esta prenda al norte de México y reinventar su diseño y tejido para que destacara de otros lugares. Se dice que la finura en el hilado del sarape saltillense rivaliza con los textiles más refinados del mundo.
Según la directora del Museo del Sarape y Trajes Mexicanos, Lorena Neira García, el sarape de la capital coahuilense se popularizó con la antigua feria de Saltillo (siglo XVIII y XIX), una de las más famosas del país que se celebraba en eseptiembre, donde “personas de todo México y del extranjero, llegaban para adquirir sarapes de calidad, algunas veces los compraban, otras veces los intercambiaban”, relató a VANGUARDIA.
El Arte Moderno y el sarape
A inicios del siglo XX, el pintor mexicano Diego Rivera plasmaba en su obra abstracta “Paisaje Zapatista” un colorido sarape, ahora, los papeles se intercambiaran y son los tejedores de sarapes quienes recrean las obras de los artistas, entrelazando hilo e hilo.
Esta idea fue iniciativa del Maestro Tejedor Rubén Tamayo, quien el pasado jueves presentó en la exposición temporal llamada “El Sarape y su inspiración en el Arte Moderno” cuatro sarapes basados en las pinturas: “Danza Esmeralda” y “Rutas” de la artista plástica Irma Palacios, “La carga de la fertilidad” de Maribel Avilés Junco y “El Bromista” de Oscar Bachtold, obras de gran formato (1.50 metros por un metro aproximadamente), que trasladan al textil el arte moderno.
La moda y el sarape
Indumentaria de hacendados, campesinos, revolucionarios, y prenda imprescindible del traje de charro, el sarape mexicano en el siglo XX, especialmente el de Saltillo, poco a poco se fue convirtiendo en un souvenir para los extranjeros. AI popularizarse el uso de la ropa de producción industrial, el sarape se desplaza al campo, a lugares donde los jinetes lo lucen orgullosos y donde los viejos se niegan a abandonarlo. En las ciudades va adornando las paredes y los pisos, volviéndolas acogedoras y dándoles ese toque mexicano.
Actualmente es poco probable que veamos por la calle a alguien portando un sarape. Tal como el rebozo femenino, el sarape es una mera prenda ornamental.
Sin embargo, lo que hace siglos fue un elemento popular indispensable en la vestimenta masculina, gracias a diseñadores mexicanos y extranjeros se ha reinventado y los diseños de los sarapes clásicos, han vuelto a ser parte de la indumentaria tanto femenina como masculina.
Algunos ejemplos como zapatos y bolsas, creadas por el maestro tejedor Iván Zamora, los podemos ver en la antes mencionada exposición que se encontrará hasta agosto en el Museo del Sarape y Trajes Mexicanos.
“Lo que quisimos lograr con esta muestra, es que la gente se dé cuenta de las cosas originales e innovadoras que se están haciendo con los sarapes. Claro que no nos olvidamos de los sarapes clásicos de Saltillo, u de otros tipos, pero aquí podemos ver cómo sus diseños también se pueden llevar en objetos de la vida cotidiana.
“El sarape es una prenda emblemática para la ciudad y aquí en el museo, si bien los resguardamos, también queremos innovar y que el sarape de Saltillo se vea y se lleve a las calles, ya sea con una bolsa o unos tenis”, concluyó Lorena Neira.