“Platicamos, en efecto, de la posibilidad de que se apliquen aranceles en un momento dado, y las reacciones que yo escuché, fundamentalmente por parte de la señora gobernadora, pero también de algunos legisladores; y esto es algo natural a la luz de la intensa interacción económica que existe entre Arizona y México, es que cualquier tipo de arancel sería muy perjudicial para la economía de Arizona también, para los empleos que se generan aquí.