Pero ello quizás demore todavía un par de siglos o más, así que, para entendernos mejor, le sugiero que sigamos tratando de ponernos de acuerdo sobre la manera en que empleamos esta bella variante de la lengua ibérica que es el castellano y que, por uno de esos avatares de la historia, es el que más se habla en todo el Continente Americano.