Desde el 2009 comenzaron a construirse plantas tratadoras de aguas residuales en Coahuila que hoy están inconclusas, abandonadas, dañadas por su falta de uso y, en algunos casos, sin plan para reactivarlas. Son elefantes blancos. Se gastaron al menos 100 millones en las plantas de Matamoros, San Juan de Sabinas y Sabinas, y estas siguen sin operar.