Cuando fui estudiante universitaria en la Ciudad de México, me daba vuelo visitando una y otra librería, y en el centro histórico también gocé de las tendidas en mesas sobre la acera de las calles, en las que se ponían a la venta libros de otros tiempos, de hojas amarillentas y con olor a viejo.
- 16 nov 24 22:54
- 16 nov 24 21:26
- LO ÚLTIMO