Ello, en virtud de que la corresponsabilidad que implican las tareas de cuidado requiere de la participación de los varones y del establecimiento de políticas públicas que permitan armonizar la vida laboral con la privada, pues con independencia de los roles estereotipados que existen, también es cierto que casi el 30 por ciento de los hogares en México tienen como jefa de familia a una mujer, quien además realiza estas labores de cuidado y atención de quienes integran el núcleo familiar.