Recuento 2023: El teatro, la música y la danza que llenaron los escenarios de Saltillo

A unos días de terminar el 2023 llega el tiempo de mirar hacia atrás y ponderar sobre el camino recorrido. Para las artes escénicas este fue un año muy activo, con gran oferta teatral, así como importantes espectáculos de música y, con todo y que el Festival de Danza Contemporánea Zona Centro está en pausa desde 2022, la danza también destacó.

CONTRA LA PRECARIEDAD

El año inició con una protesta que tomó muchas formas. Luego de que se anunciaran dos convocatorias para grupos escénicos, una por parte de la Secretaría de Cultura de Coahuila para participar en la Feria Internacional del Libro Coahuila –que se llevaría a cabo en abril–, y otra por el Instituto Municipal de Cultura de Saltillo para conformar el segundo Festival Municipal de Teatro –programado para marzo–, la comunidad teatral cuestionó la falta de remuneración por dichas participaciones, o una remuneración tan “simbólica” que rayaba en lo ofensivo.

Esto provocó una muy baja participación en ambas convocatorias, tanto así que de las 8 obras que integraron la cartelera del festival solo 2 no habían sido producidas por el IMCS para su Festival de Dramaturgia de Saltillo 2022.

La precariedad económica que padecen los artistas escénicos la reportamos en un artículo publicado el 2 de febrero.

La situación, sin embargo, mejoró un poco para el verano, y hubo mayor presencia de compañías independientes en la Fiesta Internacional de las Artes (FINA) por el 446 aniversario de Saltillo.

OFDC EN CRECIMIENTO

Para la Orquesta Filarmónica del Desierto de Coahuila (OFDC) este fue un año de grandes colaboraciones, como cuando tocaron junto a Andrea Bocelli o al interpretar la obra original “Tormenta de Luz’, con inteligencia artificIal y el trabajo fotográfico de Alfredo de Stéfano que también llegó a presentarse en Monterrey.

Además, en su temporada de conciertos AIRE, destacaron invitados como Daniela Liebman, Giulio Arnofi, Natalia Riazanova, Cristina Cordero y Rodrigo Sierra Moncayo, tanto en el Teatro de la Ciudad como el Museo de las Aves, que se convirtió en sede habitual este año.

CULTURA AL NORTE

Sala Prisma, el único espacio en su tipo al norte de Saltillo, también estuvo muy activa este año, con obras como Trash de Gabriel Neaves y Victoria López, además de conciertos a cargo de artistas regiomontanos como Manuel Muñoz, el Trío Siquéiros, Lucía Guerra y Justo Contreras.

A esto se sumó su oferta académica, con un enriquecedor seminario de apreciación de la música de Richard Wagner, así como un club de lectura, sin mencionar sus propuestas digitales en podcast y publicaciones en redes sociales, hasta la charla que impartió el comunicador Nicolás Alvarado.

REACTIVANDO EL TEATRO DEL IMSS

Ya fuera con montajes foráneos, como la obra musical ‘Odisea del fauno’ y la de terror ‘La masacre de la casa de Aramberri’, el Teatro del IMSS vio más actividad pública en años pasados, a la que se sumaron espectáculos como la Pastorela de Catón y la gala de flamenco y castañuelas ‘ Fiesta de Navidad’.

TEATRO GARNICA NO PARA

Uno de los espacios escénicos que desde pandemia cada vez tiene mayor actividad es el Teatro Garnica, que llenó su escenario con variedad y talento con obras como “Las Criadas”, “El horla”, “La lúser”, “La edad de la ciruela”, “Los caminantes”, “El último trozo del arcoiris”, “El asalto de las palomas” y “Hasta que la muerte nos rejunte”, entre otras.

LAS GRANDES PRODUCCIONES DE CUARTA PARED

La compañía saltillense trajo impresionantes montajes este año, ya fuera por su calidad artística, como “Next to normal” y “Sweeney Todd”, o por su producción, como “La Bella y la Bestia” y “101 dálmatas”.

A esto se suma el haber ganado el primer lugar en la Muestra Estatal de Teatro con la obra “Los gatos me vieron huir”, gracias a la cual pudieron presentarse también en Monterrey.

PRESENCIA DE LA BESANA

Este año el Centro Cultural Casa La Besana abrió sus puertas a muy distintas actividades y a otras compañías. Además de las propuestas del grupo de casa, Luz del Norte, que trajo “al ruedo” la obra “Que Dios reparta suerte” de Camila Villegas, también fue escenario de la rendición a cargo del grupo de teatro de la UAdeC de “Bodas de sangre”, así como una exposición retrospectiva de las últimas Muestras Estatales de Teatro de Coahuila, y otros montajes en espacios alternativos de mismo sitio, como “La Lección” que se presentó en la biblioteca “Nancy Cárdenas”.

LA VERSATILIDAD DE LA AMAPOLA

Aunque este año no recibió tanto teatro como en el pasado –con excepción del cabaret “Más vale solas que mal acompañadas” de Humberto Robles–, Foro Amapola brilló gracias a la música y la participación, noches de tango y flamenco, clases de danzón, y sus exitosos eventos a micrófono abierto, ya fuera para cantar, leer un cuento o recitar un poema y dejar, en general, que el público tuviera esa oportunidad, muy rara, de presentar al mundo su arte.

Entre peleas de lucha libre y shows de drag queens, la variedad de eventos que se realizaron en este espacio fue tal que resultó inevitable su inclusión en la FINA 446, como sede de los conciertos de Rob Dyeet y Aymarya, a la cual se sumó su participación en la décima edición del Festival de Blues y Jazz del Desierto en noviembre.

UN LUGAR PARA LA ÓPERA

Con la creación de la Compañía de Ópera de Saltillo la ciudad está recuperando la presencia estable de este arte, luego de la desaparición de encuentro de arte vocal Artescénica. Este año el conjunto dirigido por Alejandro Reyes-Valdés nos trajo grandes eventos como un homenaje al “Fantasma de la ópera” de Andrew Lloyd Webber como parte del 44 aniversario del Teatro de la Ciudad Fernando Soler y la reposición del “Réquiem” de Mozart en la Catedral de Santiago –una de sus primeras presentaciones el año pasado– a la que sumaron el “Stabat mater” de Pergolesi.

Pero sin duda los eventos que más llamaron la atención del público y dieron cuenta de la maduración de esta orquesta vocal, fueron la ópera “La traviata”, que formó parte del FINA, y el estreno en la ciudad del “Carmina Burana” de Carl Orff, en colaboración con la OFDC.

Por otro lado, también pudimos disfrutar de la ópera lagunera con “Don Giovanni”, presentada de manera magistral por la Camerata de Coahuila en junio, obra que también llegó en noviembre a Saltillo, pero en esta ocasión de la mano del director Arturo Rodríguez y la Universidad Autónoma de Coahuila en el marco de su 66 aniversario.

FESTIVALES QUE VAN Y VIENEN PARA LA ESCENA

Aunque desde la pandemia se han perdido varios festivales y eventos multitudinarios, sobre todo aquellos organizados por la Secretaría de Cultura, otros continúan en pie y unos más se han ido sumando.

Este año pudimos disfrutar del ya mencionado Festival Municipal de Teatro, que aunque estuvo integrado mayoritariamente por obras creadas por autores noveles, dan cuenta de las ganas que hay de hacer arte; también se llevó a cabo la más reciente edición de la Muestra Estatal de Teatro, que a un año de que Coahuila fuera sede de la Muestra Nacional de Teatro, entregó una de las últimas presentaciones del proyecto escénico “Des-territorios”, el cual abrió las puertas a otras teatralidades en la entidad –como las intervenciones de “Kenopsia” que en noviembre rescataron las memorias del Hotel La Torre–.

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Asimismo el Teatro de la Ciudad Fernando Soler celebró su 44 aniversario con varios eventos, y pudimos ser testigos de la edición 25 del Festival Internacional de Guitarra de México, con la calidad musical que siempre ofrece. Además, continuó en Torreón el Festival Alternativo de Teatro, que trajo a invitados internacionales a la La Laguna, y en Saltillo se vivió la sexta entrega del Festival de la Dramaturgia Saltillense, que ahora redujo la cantidad de montajes producto del taller “Teatro testigo de la vida”, y presentó algunos de los textos solo como lecturas dramatizadas, mientras que el año cerró con el décimo Festival de Blues y Jazz del Desierto, un esfuerzo independiente y colaborativo de escala nacional que sigue estimulando a estos géneros en Coahuila y para el mundo.

LAS DESPEDIDAS

2023 también fue un año de pérdidas para el teatro, primero en marzo con la muerte del actor René Antonio Gil Morales, a quien la Secretaría de Cultura le rindió homenaje en el lobby del Teatro de la Ciudad, pero no había pasado un mes cuando su compañera de escena, Sandra Yadira Berlanga, también falleció.

En agosto fue el dramaturgo Joel López Arriaga quien murió. Él, además de su trabajo sobre la escena, legó el inicio de la carrera artística de muchas generaciones, quienes lamentaron su partida.