El misterio al que llamamos Dios determina la vida de los hombres y la duración de su estancia en este mundo. La muerte de Guadalupe Pérez nos hirió en el alma a sus amigos
Un día conoció a una hermosa y bien plantada campesina, y por la amplitud del busto y las caderas de la moza supo que bien podría ser la madre de sus hijos.
San Pedro lo recibió con alegría, pues siempre lo admiró, y de inmediato le abrió la puerta de la morada celestial. Le dijo: Se acerca el juego entre nuestro equipo y el del infierno. ¿Aceptarías pichar para nosotros?