Takaichi asume el lugar de Shigeru Ishiba, cerrando un periodo de incertidumbre política de tres meses y poniendo fin a las tensiones surgidas tras la aplastante derrota del Partido Liberal Democrático en las elecciones de julio
Takaichi es la única candidata mujer para suceder al primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, que anunció su intención de dimitir a principios de septiembre